Los profesores de la
Facultad de Humanidades, reunidos en el claustro llevado a cabo el día 5
de febrero de 2016, deseamos expresar a la comunidad universitaria nuestro
sentimiento de profundo rechazo frente a las recientes manifestaciones de
violencia que han tenido lugar en el campus. Cualquier hecho de agresión contradice el ethos universitario, pues las acciones
de esta naturaleza buscan implantar la intimidación y, de este modo, coartan la
libre expresión del pensamiento. Así se impide la producción y difusión de los
saberes; es decir, así se niega la razón de ser de la Universidad.
Es lamentable que nuestra Alma Mater sea el escenario de una
violenta agresión física como ocurrió el pasado 26 de enero contra el
estudiante de Biología, Johan Ricardo Soto Calderón. Episodios como éste nos llenan de vergüenza y
generan nuestro más absoluto repudio. Manifestamos nuestra solidaridad con el
estudiante Johan Ricardo Soto Calderón y sus familiares, al igual que con las
otras personas que han sido víctimas de diferentes agresiones en nuestro
campus.
En tanto humanistas es
nuestro deber hacer un llamado a toda la comunidad universitaria a reconocer la
dignidad humana y a promover una convivencia acorde con el ethos universitario. Un ethos
cuyos valores y principios nos comprometen con una universidad en la “que todos
somos igualmente dignos”,
como reza en la resolución que define el ethos de la Universidad del Valle.
Ante la barbarie que busca
asentarse en el campus, es preciso abandonar la indolencia y la pasividad
cómplice, pues tan funesto como el acto mismo de agredir a otro es la
indiferencia de quien no actúa oportunamente para impedirlo. Recordemos que
toda persona tiene el deber de “responder con acciones humanitarias ante
situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas” so pena
de incurrir en omisión de socorro. Apreciados universitarios, bajo el
principio de solidaridad social no puede sernos ajeno el sufrimiento de otro,
puesto que cada uno de nosotros esperaría, en una situación de agresión, que
los espectadores obraran solidariamente para evitarnos la calamidad.
Queremos convocar a las
diferentes instancias de la Dirección Universitaria para que se tomen las
medidas necesarias ―políticas, administrativas, jurídicas, educativas―
tendientes a garantizar la convivencia pacífica en nuestras aulas, lugares académicos
y demás espacios. Entendemos que no deben escatimarse esfuerzos para
salvaguardar la integridad de todas las personas que conforman nuestra
comunidad universitaria y de aquellas que nos visitan.
Por una Universidad del Valle
comprometida con su misión institucional,
¡VIVAMOS EL CAMPUS SIN
VIOLENCIA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario