miércoles, 10 de febrero de 2016

VIVAMOS EL CAMPUS SIN VIOLENCIA

Los profesores de la Facultad de Humanidades, reunidos en el claustro llevado a cabo el día 5 de febrero de 2016, deseamos expresar a la comunidad universitaria nuestro sentimiento de profundo rechazo frente a las recientes manifestaciones de violencia que han tenido lugar en el campus. Cualquier hecho de agresión contradice el ethos universitario, pues las acciones de esta naturaleza buscan implantar la intimidación y, de este modo, coartan la libre expresión del pensamiento. Así se impide la producción y difusión de los saberes; es decir, así se niega la razón de ser de la Universidad.
 Es lamentable que nuestra Alma Mater sea el escenario de una violenta agresión física como ocurrió el pasado 26 de enero contra el estudiante de Biología, Johan Ricardo Soto Calderón. Episodios como éste nos llenan de vergüenza y generan nuestro más absoluto repudio. Manifestamos nuestra solidaridad con el estudiante Johan Ricardo Soto Calderón y sus familiares, al igual que con las otras personas que han sido víctimas de diferentes agresiones en nuestro campus.
En tanto humanistas es nuestro deber hacer un llamado a toda la comunidad universitaria a reconocer la dignidad humana y a promover una convivencia acorde con el ethos universitario. Un ethos cuyos valores y principios nos comprometen con una universidad en la “que todos somos igualmente dignos”, como reza en la resolución que define el ethos de la Universidad del Valle.  
Ante la barbarie que busca asentarse en el campus, es preciso abandonar la indolencia y la pasividad cómplice, pues tan funesto como el acto mismo de agredir  a otro es la indiferencia de quien no actúa oportunamente para impedirlo. Recordemos que toda persona tiene el deber de “responder con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas” so pena de incurrir en omisión de socorro.  Apreciados universitarios, bajo el principio de solidaridad social no puede sernos ajeno el sufrimiento de otro, puesto que cada uno de nosotros esperaría, en una situación de agresión, que los espectadores obraran solidariamente para evitarnos la calamidad. 
Queremos convocar a las diferentes instancias de la Dirección Universitaria para que se tomen las medidas necesarias ―políticas, administrativas, jurídicas, educativas― tendientes a garantizar la convivencia pacífica en nuestras aulas, lugares académicos y demás espacios. Entendemos que no deben escatimarse esfuerzos para salvaguardar la integridad de todas las personas que conforman nuestra comunidad universitaria y de aquellas que nos visitan.
Por una Universidad del Valle comprometida con su misión institucional,


¡VIVAMOS EL CAMPUS SIN VIOLENCIA!

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